La
vestimenta romana sufrió una progresión a través de las diferentes épocas en
las que su manera de vestir se asemejaba a la de otros pueblos. Existió un
periodo greco-romano que marcó la transición entre el modo de vestir de la
Grecia heroica y la constitución del Imperio Romano.
Desde la
fundación de Roma por Eneas, de acuerdo con Virgilio, la nueva República adoptó
muchas de las representaciones griegas. Esta imitación no solo se constituyó
mediante los antiguos dioses griegos que tomaron nombres romanos, sino en otros
aspectos, como por
ejemplo ,los trajes, que marcaron el cambio de una cultura a
otra.
Esta
comparación y cambio pudo establecerse a través de las esculturas y pinturas de
la época. Por ejemplo, Juno (Hera para los griegos) era representada con un
traje jonio y sosteniendo el cetro. Entre las damas de mayor jerarquía también
podía observarse un enorme velo cubriéndola a modo de virgen griega.

Los tocados
eran comunes entre los marineros, pescadores y artesanos. Eran una especie de
manta que se llevaban sobre el cabello y sin atar para dejar éste al
descubierto. Los bonetes frigio y griego tenían forma ovalada, simbolizaban al
romano libre.
Luego, en
pleno apogeo de Roma, la toga constituyó la prenda principal. Su uso era de
civil ya que para el ejército se sustituyó por un manto o capa más largo. La
utilización de la toga en tiempos del Imperio era un símbolo de estatus, sólo
los ciudadanos podían llevarla y los trabajadores en días festivos. Sin
embargo, estaba prohibida a los esclavos y a cualquier hombre que hubiese
perdido sus derechos de ciudadano o que no los tuviera.
Estas
prendas se hacían en varios colores. El emperador lucía toga color púrpura, el
ciudadano, habitualmente la llevaba en color blanco, elaborada en la lana de
excelente calidad. Asimismo, la toga cándida era llevada en época de
elecciones. De allí surgió el término “candidato” para señalar a los posibles
elegidos.
En el caso
de las mujeres, la principal prenda de vestir era la palla. En ocasiones podía
colocarse alrededor de la cabeza, con el rostro al descubierto, cuya extensión
no era muy larga; el objetivo era que se viera por debajo la instita o estola.
Ésta se usaba sobre una especie de blusa y quedaba recogida por dos cordones o
cinturones, uno cruzado por debajo del seno y el otro rodeando las caderas.
El cuidado
del cabello también era importante: los tocados eran varios, entre ellos, pelucas,
peinetones con piedras preciosas, para las mujeres de los emperadores, velo de
origen griego, rodeando la cabeza y cubriendo la parte baja del rostro y
dejando al descubierto ojos y nariz.
Asimismo,
vale detenerse en la ropa de los soldados. Roma era una sociedad militar,
defendidos por las legiones por más de 400 años, gladiadores y profesionales
vestían trajes adecuados. Los gladiadores llevaban cascos que cubrían
completamente sus cabezas, dejando apenas dos mirillas para los ojos. De
vestido, usaban una campestra, especie de falda doblada alrededor de las
caderas. Los oficiales llevaban túnicas de guerra o dalmática, éstas llegaban
hasta la media pierna, arriba de las rodillas. A estos trajes se sumaba el
casco, espada y escudo, de madera pintada y decorada con bronce.El soldado de infantería tenía un traje casi
exacto al que había sido utilizado por los griegos: casco de bronce con correa
para la barbilla y un penacho de pluma colgando. La sobrevesta era hecha de
piel de animal o lino. La ropa interior denominada subarmale era de mangas
cortas y anchas, y su confección se hacía en lana. De la misma manera, los
soldados de las provincias en época del Impero llevaban ropajes similares con
ciertas diferentes que marcaran su procedencia.